Perros con miedo a los fuegos artificiales y petardos

Para que un perro pueda superar su miedo a los fuegos artificiales y los petardos, es necesario tener paciencia y trabajarlo con la ayuda de un profesional, no obstante, para los próximos días donde los petardos son los protagonistas de las noches de verano, es imprescindible que todos conozcamos unas pautas básicas para ayudar a nuestros perros.

Con la llegada del verano y en general durante las fechas señaladas en el calendario,  nos encanta tirar petardos y fuegos artificiales, muchos humanos disfrutan celebrando eventos, sin embargo, para las mascotas con miedo esta festividad se convierte en una verdadera agonía.

Estas semanas recibimos muchos correos y llamadas preguntado qué deben hacer durante esa noche si su perro tiene fobia a los fuegos artificiales y bien…no nos engañemos, ¡los milagros no existen! De la misma manera que los humanos no superamos miedos de un día para otro, los perros tampoco lo hacen. Para ello, es necesario de un trabajo constante, de mucha paciencia y de un entrenamiento para que el perro se pueda ir adaptando a estos ruidos extraños y en ocasiones dañinos para sus oídos.

No dudes en contactar con nosotros Perropositivo tu Adiestrador canino en Barcelona, para ampliar la información y adaptarla a la situación de tu peludo.

Si estás leyendo este artículo, entiendo que te preocupas por tu perro y no te gusta verlo sufrir, así que no te asustes, ¡no está todo perdido! Te explicamos algunos trucos que ayudarán a tu perro a gestionar ese miedo.

No pasees con tu perro por plazas o calles donde probablemente estén tirando fuegos artificiales y evita bajar a la calle a las horas que pueda haber más niños jugando con ellos. Puede parecer una pauta muy obvia, pero nuestro ritmo de vida a veces no nos permite caer en que durante estos días donde ya se empiezan a tirar petardos, deberíamos plantearnos un cambio en nuestra rutina de paseos, ya sea de espacios como incluso modificar los horarios.

Si tu perro tiene mucho miedo, quizás no quiera salir ni de casa. Si es así, ¡no le obligues! Ponte en su lugar y respétalo. Puedes habilitarle un lugar dentro de casa para que pueda hacer sus necesidades y, cuando él quiera, sácale de nuevo a la calle.

El miedo es una emoción que avisa de los peligros y predispone a la huída, algo muy útil en la naturaleza salvaje, pero peligroso cuando hablamos de perros que conviven en nuestra sociedad.

Ante un ruido que le provoque esta emoción, no hay que olvidar que el animal no es capaz de pensar, simplemente reaccionará, y es probable que al escuchar el sonido de un petardo inesperado, salga huyendo y se escape. Por esa razón, estos días, evita dejarlo suelto en lugares que no sean seguros.

Si no puedes huir de la ciudad durante la época de fuegos artificiales y petardos, aislate en algún pueblo perdido en medio de la montaña, es necesario preparar la casa a prueba de petardos, festividades que incluyan fuegos artificiales. Empieza por cerrar bien las puertas y ventanas para aislar lo máximo posible el ruido exterior y evitar que entre la luz de los fuegos artificiales.

Busca un espacio en la casa en el que pueda estar más o menos tranquilo, alejado de las ventanas. Con algunos perros usamos el baño, ya que muchos de ellos dan a un patio interior, o al menos no directamente a la calle y por lo tanto, queda más lejos de los ruidos de fuera.

Si tu perro ya tiene algún espacio favorito en el que se encuentre recogido, ¡aprovéchalo! Como Hannah (en la foto), que desde que la adoptaron se hizo con este armario y ahora se ha convertido en su refugio.

Si ya has pensado qué lugar es perfecto para esa noche puedes ir habituándole estas semanas y pasar tiempo de calidad con el allí, aprovechar para hacerle masajes (si le gustan), dejarle sus premios favoritos escondidos, incluso darle un hueso para que se entretenga. Ayúdale a crear una asociación positiva a ese espacio.

Recuerda que tiene que estar cómodo, por lo tanto, a parte de una cama, puedes dejarle en esa habitación su juguete favorito, un kong o un hueso. Los perros mordiendo y lamiendo se relajan mentalmente y liberan ansiedad.  Aunque, si ves que no les hace caso, no te extrañes ni le digas nada, el miedo es superior a ello y les bloquea.

Es probable que estos días ladre, aúlle y evidentemente tendrá niveles de estrés más altos, por los que se mostrará más nervioso. No lo castigues nunca, pero ni siquiera le regañes por cualquiera de estas conductas, sino, reforzarás la idea que el perro vea que en esa situación tiene malas experiencias.

Por lo contrario, muéstrate tranquilo, calmado para ayudarle a transmitirle seguridad a tu perro. Ya habrás comprobado que nuestro estado emocional va muy ligado al suyo y le sirve de guía. Nuestra forma de reaccionar ante cualquier situación influye de forma positiva o negativa en nuestro perro y podemos favorecer a que aumente ese miedo, o podemos ayudar a que aprenda a gestionarlo.

Cuando tenga miedo siéntate a su lado mostrándote calmado y tranquilo. Si te mira, puedes girar la cabeza y mirar hacia otro lado (haciendo una señal de calma) para indicarle que no debe preocuparse por lo que está sucediendo.

Entre las terapias naturales tienes diferentes opciones como: las flores de bach, tapping (EFT) y la aromaterapia. Acude a un profesional que pueda prepararte una mezcla específica para tu perro y puedas empezar a administrársela unos días antes.

También puedes probar con el método Tellington Touch, una terapia basada en el contacto corporal que se usa con gran variedad de especies como caballos, gatos, conejos, aves, reptiles perros y humanos. Esta técnica, puede ser de gran ayuda para perros que padecen sensibilidad a los ruidos. Para el perro, la suave presión física de la banda en su cuerpo suscita sensaciones mentales de calma, relax, y sosiego.

Para estos días puedes hacerle un vendaje en forma de 8 utilizando una banda elástica de tejido suave, o un trozo largo de tela, fijándote siempre en el ancho de la banda vaya en concordancia con el tamaño de tu perro

En este vídeo, puedes ver cómo poner la venda para ayudar a relajar al perro en estos momentos estresantes.

Para este año que ya tienes el problema aquí,  sigue estas pautas para aliviar la larga noche de tu compañero, pero recuerda que el miedo de tu perro se debe trabajar a nivel global durante todo el año de la mano de un profesional que sepa cómo orientarte para impedir que empeore el problema.